
Tash Van Doimen
Guyana, situada en la costa noreste de América del Sur, es considerado por razones históricas un país del Caribe, también por afinidad política, es miembro de la comunidad del Caribe. No es zona originaria de huracanes y tifones, como el resto del Caribe, sin embargo, a menudo es víctima de sus efectos. Como resultado del cambio climático, hay una serie de efectos negativos en todo el mundo, sobre todo el aumento de la severidad de los ciclones tropicales, las tormentas, y las lluvias intensas.
El cambio climático, tal como se define en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se refiere al cambio de clima atribuido, directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la condición de la atmósfera global, además de la variable climática natural observada durante períodos de tiempo comparables.
Las naciones en desarrollo, en particular, se encuentran en desventaja geográfica por lo que respecta al cambio climático. Dependen en gran medida de la agricultura (el más sensible al clima de todos los sectores económicos) y disponen de insuficiente atención sanitaria, así como de unos servicios públicos de baja calidad, por no hablar de la alta variabilidad de las precipitaciones. El aumento del nivel del mar es una de las más urgentes consecuencias del cambio climático y se prevé que continúe así durante siglos. Según el Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (2007) los niveles globales del mar han aumentado en aproximadamente 1,8 mm por año entre 1961 y 2003 y 3,1 mm por año entre 1993 y 2003. Las consecuencias del aumento del nivel del mar será mucho mayor para los países en desarrollo, y los costos de la protección será también mayor en relación con los países desarrollados.
Guyana, en particular, es muy vulnerable a los efectos del cambio climático, por muchas razones. Por ejemplo, alrededor del 90 % de la población del país reside en la llanura costera que se encuentra aproximadamente a dos metros bajo el nivel del mar (Guyana Tourist News, Número 2, 2009 ). La costa también es relativamente plana, lo que favorece la rápida acumulación de las aguas de escorrentía y hace muy difícil el drenaje natural en el océano, suponiendo graves problemas para el sistema de drenaje y de riego. Además, el 75 % de las actividades económicas del país, las principales, se encuentran en la zona costera: la agricultura, la pesca y las industrias. Estos sectores son especialmente sensibles a los fenómenos meteorológicos extremos y la subida del nivel del mar, y por lo tanto muy vulnerable a los cambios en el clima.
En las últimas décadas, el país se vio afectado por desastres relacionados con el clima (cambio climático ). Por ejemplo, los registros indican un aumento de 1,0°C en la temperatura media anual en la capital, Georgetown, en el siglo pasado, entre 1909 a 1998 (Guyana Chronicle, marzo de 2010). Antes de 1960, las cantidades anuales de lluvia estaban, generalmente, por encima o alrededor de la media. Sin embargo, desde 1960 en adelante, ha habido una tendencia a que las precipitaciones sean inferiores a la media. Datos de los mareógrafos en Guyana para el período 1951-1979 indican una subida del nivel del mar promedio de 10.2 mm por año. Esto es más de cinco veces la media mundial en un período similar. Con los años, se han observado altos niveles de inundaciones en el país, especialmente a lo largo de la costa y en algunas zonas del interior, el cambio climático va a aumentar continuamente la frecuencia e intensidad de las inundaciones.

A través de los años, Guyana ha tenido lluvias torrenciales e inundaciones catastróficas lo que es una preocupación por los efectos a largo plazo de las inundaciones tanto sobre las personas, en las zonas más afectadas como sobre los agricultores de subsistencia. La amenaza más grave es la posible pérdida de miles de hectáreas de cultivos de arroz, si el agua no desaparece rápidamente.
Esto se comprobó en 2005, cuando tres días de intensas lluvias que comenzaron el 14 de enero causaron graves inundaciones en Guyana, que afectaron a más de 200.000 personas. Esto condujo a una gran inundación, lo que provocó graves daños físicos y pérdidas económicas para el país y dio lugar al peor caso de inundación que se haya registrado en la historia de Guyana. La inundación de 2005 se concentró en las regiones más pobladas del país, y afectó aproximadamente al 37% de la población nacional, dio lugar a brotes de leptospirosis, y se cobró la vida de 34 personas. La magnitud de los daños causados por las inundaciones se estima en el equivalente a G$ 92.2 mil millones de dólares guyaneses o el 59% del PIB del año 2004.
Hoy en día, el cambio climático sigue afectando a los ciudadanos de Guyana. El titular el pasado 28 de abril en la Guyana Chronicle era “Alerta de altas mareas e inundaciones en la costa de Guyana,” y el artículo comenzaba así: “La costa de Guyana está hoy afectada por inundaciones debido a mareas extremadamente altas combinadas con fuertes vientos… las áreas afectadas incluyen la autopista de la Costa Oriental de Demerara, comunidades en Costa del Esequibo y las comunidades en Berbice.” La inundación afectó a varios residentes de varias comunidades, mientras que las mareas altas superaron la defensa marítima de Guyana en varias áreas. En consecuencia, una alerta (que aún no se ha levantado) fue emitida por el Ministerio de Obras Públicas para que las personas no acudan a los malecones de Georgetown.
Aunque muchos siguen siendo ajenos a la magnitud y los efectos del cambio climático, y la posición de Guyana como resultado de estos cambios continuos, el gobierno de Guyana ha hecho mucho en el ámbito de la concientización. En 2009, el ex presidente Bharrat Jagdeo lanzó la Estrategia de Desarrollo de Reducción de Carbono de Guyana ( LCDS, en inglés) que busca promover el desarrollo económico al mismo tiempo que lucha contra el cambio climático. Una nueva versión, revisada, se publicó el 24 de mayo de 2010 y el presidente Donald Ramotar publicó la LCDS actualizada en marzo de 2013.
La LCDS de Guyana se basa en un protocolo negociado entre el ex presidente Jagdeo y el ex Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Internacional de Noruega, Erik Solheim. Por este acuerdo, Noruega se ha comprometido a proporcionar a Guyana hasta 250 millones de dólares USA hasta 2015 para evitar la deforestación. Hoy en día, el acuerdo se está siendo implementado y el Gobierno de Noruega ha depositado 115 millones de dólares USA en tres tramos en el Banco Mundial (que actúa como fiduciario). Este acuerdo representa el primer compromiso internacional de ayuda financiera a las Estrategias de Desarrollo basadas en disminución de la emisión de carbono, y fue el primero de este tipo entre un país desarrollado y otro en desarrollo.
Tash Van Doimen es una estudiante de cuarto año en la Universidad de Guyana. Tash señala que su principal interés en escribir para Ecojesuit se relaciona con el énfasis que Ecojesuit pone en el medio ambiente y en los problemas ambientales, así como su labor de concientización a todas las naciones y personas. Tash ha sido siempre una apasionada de los temas ambientales y de desarrollo sostenible y, como tal, fue atraída por Ecojesuit después de hablar con Pedro Walpole, que estaba en Guyana y se unió a la mesa redonda sobre Cambio Climático y Aumento del Nivel del Mar, en julio de 2013. Teniendo en cuenta los efectos que el cambio climático ha tenido en su país, su familia y sus amigos, a Tash le gustaría aprender más acerca de cómo el cambio climático afecta a otros a nivel mundial, y lo que podemos hacer para combatir sus efectos negativos. Ella puede ser contactada a través de su correo electrónico tvandoimen(at)hotmail.com.