Rowena Soriaga, Maricel de Jesús, Brex Arévalo (traducción de Sch Julio Simón Santos Ramos SJ)
Reconociendo que la geografía de las emisiones ha dejado de ser un asunto solo entre los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo, el Secretario General de la ONU, António Guterres, en el Evento de Líderes COP26: Acción y Solidaridad habló de una nueva geografía climática de las emisiones de carbono que diferencia las respuestas entre las economías emergentes y los países menos desarrollados como enfoque para evitar el punto de inflexión hacia un cambio climático galopante.
Con un seguimiento virtual desde Filipinas, fuimos testigos de la apertura del COP26, celebrada después de la Cumbre G20 en Roma los días 30 y 31 de octubre, que aprobó formalmente un impuesto mínimo del 15% para las empresas multinacionales. Las partes adoptaron la agenda provisional de la COP26 con algunos ajustes el día 31 de octubre, luego inauguraron formalmente la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático con la Cumbre de Líderes Mundiales los días del 1 al 2 de noviembre del 2021.

Por fin hay consenso en que debemos aspirar a «mantener vivo el 1.5» y encontrar formas de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales. Muchas partes reconocieron la urgencia y las deficiencias resumidas por Mia Mottley, Primera Ministra de Barbados, en la ceremonia de apertura:
- Seguimos en la dirección del calentamiento global de los 2.7 grados Celsius según la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDCs).
- En 2020, solo se alcanzó el 80% del objetivo de la financiación anual para el clima, de unos 100,000 millones de dólares estipulados. Esta proyección solo se alcanzará en el 2023.
- Solo el 25% de la financiación climática se destinó a la adaptación. El llamado fue a que la financiación del clima se repartiera por igual entre la mitigación y la adaptación.
Desafiado por los jóvenes de las calles de Glasgow que pedían “no más bla bla bla” durante los primeros dos días de la COP26, 117 líderes mundiales trataron de demostrar que están haciendo algo para cumplir las promesas hechas en París hace seis años.
Ocho de los 10 principales países emisores de carbono estuvieron representados el primer día en la Cumbre de Líderes Mundiales. Seis de ellos -Estados Unidos, Indonesia, Corea, Alemania, Canadá e India- estuvieron representados por sus Jefes de Estado. China, el mayor emisor, envió una declaración escrita. La Federación Rusa e Irán aún no han emitido declaraciones.
En cuanto a los principales emisores de los países desarrollados, Estados Unidos vuelve a estar en la mesa con un compromiso de 3.000 millones de dólares para financiar la adaptación anualmente a partir de 2024 y participar activamente en las consultas informales de los órganos subsidiarios.
Alemania se compromete a reducir el 65% de sus emisiones para el 2030 y a aumentar su contribución a la financiación climática hasta los 6.000 millones de euros anuales en el 2025. Canadá duplica su financiación climática hasta los 1.000 millones de dólares con el objetivo de abandonar el carbón, y contribuirá por primera vez al fondo de adaptación.
Indonesia, uno de los principales emisores de las economías emergentes y de renta media de Asia, tiene como objetivo que el sector forestal y de uso de la tierra, responsable del 60% de las emisiones del país, se convierta en un disipador neto de carbono para 2030. La India ha previsto cuatro medidas concretas para 2030, entre ellas conseguir que el 50% de sus necesidades energéticas procedan de energías renovables. Japón se compromete a financiar la transición a la energía limpia en Asia y a duplicar la financiación de la adaptación hasta los 14.000 millones de dólares, incluidos los destinados a la reducción del riesgo de catástrofes. Corea describió sus acciones para eliminar el carbón y promover la cooperación en la restauración de los bosques, y propone celebrar periódicamente los Jóvenes por el Clima. La declaración escrita de China incluía un llamamiento al multilateralismo y anunciaba su Plan de Acción para el pico de Dióxido de Carbono antes de 2030, con un calendario claramente definido, una hoja de ruta y un plan para áreas claves como la energía, la industria, la construcción y el transporte.
Otra cosa es cómo los negociadores traducen los compromisos y las promesas de sus Jefes de Estado. Un negociador ucraniano, por ejemplo, pidió que se aplazara el orden del día sobre la presentación de informes y el examen de las partes incluidas en el Anexo I de la Convención, mientras que el Primer Ministro se enorgullecía de ser uno de los primeros firmantes del Acuerdo de París. Esto afecta a los avances en materia de transparencia.
Los negociadores que discuten la plantilla para el seguimiento de los avances en la implementación y el logro de las NDCs se tomaron mucho tiempo para expresar su desacuerdo con el título de la plantilla. El retraso en la decisión del artículo 6 sobre los mecanismos del mercado del carbono también se citó como otra razón para retrasar el progreso de la plantilla. Esto afecta los avances en la aplicación del Libro de Reglas. Por ello, el Presidente de la COP26, Alok Sharma, no dejó de repetir el llamamiento a los Jefes de Estado para que se aseguren de que sus negociadores avanzan conforme a las promesas realizadas durante las sesiones plenarias.
Y mientras los líderes de los gobiernos se reúnen y se aseguran los compromisos, hay que recordar a las 100 empresas responsables de más del 70% de las emisiones mundiales, los grandes del carbono, que su responsabilidad también debe incluirse en las negociaciones que se están llevando a cabo.
De cara a la COP26 de esta semana, es útil recordar el Compromiso Ignaciano por la Justicia Climática, un compromiso por el cambio y para el cambio. Convertimos los cinco puntos clave en los que debe centrarse la COP26 y los cinco compromisos de la familia ignaciana y de los colaboradores en preguntas que pueden guiarnos estas dos próximas semanas mientras nos involucramos en el proceso de la COP26:
- Han pasado seis años desde que se firmó el Acuerdo de París, ¿se finalizará el Reglamento del Acuerdo de París?
- ¿Cómo se cumplirán los compromisos de financiación climática de 100.000 millones de dólares de los países desarrollados? Y ¿pueden aumentarse estos compromisos dado que las proyecciones climáticas son más alarmantes que antes?
- ¿Cómo puede hacerse más accesible la financiación del clima a los países en desarrollo, especialmente a nivel de las comunidades locales? ¿Puede darse esta financiación a través de subvenciones y no como préstamos?
- ¿Cómo pueden las empresas como Shell, BP, Chevron, ExxonMobil, SaudiAramco y otras grandes empresas del sector del carbono rendir cuentas por las pérdidas y los daños?
- ¿Cómo puede el mundo hacer una transición justa desde los combustibles fósiles hacia fuentes de energía más sostenibles?
- ¿Cómo se pueden integrar mejor los derechos humanos en las políticas, procesos y marcos climáticos?
- ¿Cómo pueden integrarse soluciones genuinas basadas en la naturaleza (o soluciones basadas en la cultura en términos de cómo los Pueblos Indígenas practican estas soluciones como parte de sus formas de vida) en el Libro de Reglas del Acuerdo de París, la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDCs) y otros mecanismos?
- ¿Cómo se pueden crear espacios más inclusivos para un diálogo significativo y la toma de decisiones a nivel nacional, regional, mundial y otros?
- ¿Cómo pueden establecerse mecanismos más sólidos para evitar el lavado verde y la doble contabilidad por parte de las empresas de petróleo y gas?
- ¿Cómo pueden las comunidades marginadas y vulnerables, y los jóvenes, ocupar un lugar en la mesa?
- ¿Cómo afectará el COVID-19 a la toma de decisiones hacia la justicia y la acción climática?
Rowena Soriaga, Maricel de Jesus y Brex Arevalo forman parte del equipo de Ecojesuit en Filipinas y son delegados virtuales de la COP26.