En Suecia un consejo interconfesional de representantes de distintas iglesias ha publicado una nueva declaración sobre cuestiones ambientales. Bajo el título de Värna den jord som Gud älskar (Protegiendo la tierra que Dios ama), nos ofrece una reflexión sobre los aspectos teológicos y éticos del cambio climático así como de la pérdida de biodiversidad.
El libro se publica bajo los auspicios del Sveriges Kristna Råd (Consejo Cristiano de Suecia) y ofrece una lectura comprensiva sobre relación entre fe cristiana y ecología en cinco temas: (1) antecedentes económicos, culturales y sociales de las constantes interferencias en la relación entre el ser humano y su medioambiente; (2) elementos esenciales de la fe cristiana y posición del ser humano en el medio ambiente; (3) últimos hallazgos sobre el cambio climático y el medio ambiente a nivel global (4) aspectos de la justicia del cambio climático (a nivel mundial e inter-generacional), y (5) conclusiones sobre la esperanza cristiana y el mensaje bíblico de salvación.
Los autores – en mayor parte teólogos suecos y politólogos de varias comunidades cristianas, incluyendo la Iglesia Católica – se declararon cristianos por una reforma del estilo consumista occidental (pág. 16), por una determinada participación en iniciativas que fomentan el desarrollo sostenible (pág. 16), y por la integración de las consideraciones medioambientales en una vida social, litúrgica y espiritual cristiana (pág. 13). El tratamiento teológico de la ecología, en su opinión, debe convertirse en una parte integral de la formación de los sacerdotes y diáconos (pág. 12). La petición por parte de los autores de que se celebre el 1 de septiembre como “Día de la Creación” en todas las iglesias no es nuevo ya que Demetrios I, Patriarca de Constantinopla, lo pidió ya en 1989. Aun así sigue en estudio en muchas iglesias y es una propuesta que merecería que se le prestase atención de nuevo.
Y poniendo el énfasis en la afirmación de Pablo, de que toda la creación (y no exclusivamente la humanidad) espera la redención (Rom, 8), los autores proponen una reflexión sobre lo mucho que Dios se revela a sí mismo no sólo hacia el hombre, sino también hacia la creación en general (pág. 9). Aunque algunos aspectos de la ética del medio ambiente han recibido un tratamiento escaso (por ejemplo, el concepto de desarrollo sostenible y su valor para la ética social cristiana) este documento sueco está lleno de fuerza y es, también, de clara inspiración ecuménica.
Para solicitar una copia impresa del documento, por favor visite Sveriges Kristna Råd.