Rappai Poothokaren, SJ and Robert Athickal, SJ
Jesuitas de la Asistencia de Asia del Sur se reunieron en Sawantwadi, en el oeste de India para un Eco-Retiro Ignaciano, del 8 al 17 de Noviembre de 2012.
El origen se remonta al encuentro de los jesuitas del sector social de la Región Oeste que tuvo lugar en el Colegio San Xavier, en Bombay, y en donde se propuso celebrar un eco-retiro espiritual. El P. Rappai Poothokaren, SJ se ofreció a organizarlo junto con el P. Robert Athickal, SJ, fundador de Taru Mitra (Patna) y uno de los pioneros en el campo de la ecología entre los jesuitas de la India.
Se invitó a todos los jesuitas de India y participaron 24 de ocho provincias, de ellos 13 vinieron de la Provincia de Gujarat. Todos los apostolados estaban representados: sector social, parroquias, colegios y universidades, enseñanza de la teología, misioneros en tierras Adivasi, investigadores sociales y activistas medioambientales. Todos buscando experimentar al Señor del Universo, en y con el Universo. El ‘Principio y Fundamento’ y la ‘Contemplación para Alcanzar Amor’ – el comienzo y el fin de los Ejercicios Espirituales nos invitaron a buscar al Señor de la Creación en todo lo que nos rodea, y junto con ella en todo el Universo.
Eco-Retiro
El equipo estuvo formado por el P. Robert y la Hna. Mudita RSCJ de Taru Mitra (Patna), con la gran ayuda del Dr. Orla Hazra, guiaron un iluminador retiro lleno de inspiración. Con los sentidos abiertos y receptivos, el grupo se acercó a la Naturaleza y encontró al Señor en ella. “Estamos llamados a ser místicos, en intima comunión y conexión con todo el universo,” dijo el biblista P. George Mlakuzhy de Delhi.
Después de una sesión en la que vimos unos interesantes videos sobre el origen del Universo el Dr. Orla Hazra propuso el “Paseo Cósmico” para internalizar nuestra historia de 13.700 millones de años. También llamada como la “Gran Historia,” el propósito era ver cómo la historia de salvación se extiende desde el comienzo del cosmos hasta el Big Bang cuando el universo estalló en su existencia. El sentimiento de pertenencia con todos los eres en la presencia de Dios inmanente en el universo fue muy estimulante; pudimos sentirnos íntimamente relacionados con todo lo que nos rodea, un sentido profundo de conectividad y total pertenencia.
Tiempo de calidad con la Tierra
El grupo pasó bastante tiempo de calidad con la Tierra, la mayor parte al aire libre. Las celebraciones de la Eucaristía se hicieron en la “catedral de Dios” bajo la bóveda de las estrellas del firmamento, rodeados de árboles inmensos y con la luz de la velas. Uno de los días el equipo de Tarumitra nos llevó en peregrinación a las cercanas montañas de Narendrapur, ricas en biodiversidad. A medida que ascendíamos, nos detuvimos varias veces para reflexionar sobre la evolución del universo, representando cada parada miles de millones de años – desde el Big Bang hasta la actualidad.
“La meditación paseando a la montaña intercalando las paradas para reflexionar fue de gran ayuda para mi viaje hacia el corazón del universo,” dijo el P. Jimmy Dabhi de Gujerat y antiguo Director del Instituto Social de la India, en Delhi.
Algunos de los ejercitantes dijeron que les había gustado la insistencia para pasar la mayor parte del tiempo al aire libre. “Las afirmaciones de los primeros padres de la Iglesia, Ignacio de Antioquia e Ireneo, que la creación era el primer libro de la revelación de Dios me han sorprendido tanto como para hacer cambiar mi vida,” dijo el P. Chacko de la Provincia de Dumka-Raigunj.
El P. Mathias Kisku SJ de la Provincia de Dumka-Raigunj expresó también su satisfacción por las presentaciones, las oraciones y las celebraciones. “La Iglesia debería explorar la rica tradición de los Adivasi de vivir en armonía con la naturaleza.”
La llamada al misticismo
El P. James Mascarenhas SJ, abogado y activista de los derechos humanos de Bombay, disfrutó con el modo como el equipo de Tarumitra presentó los estadios de crecimiento espiritual. Comentó que la espiritualidad estaba siempre en transición, de las formas más populares de ritos y rituales, la Iglesia ayuda a la religión a transitar hacia niveles más ascéticos y místicos. “La eco-espiritualidad necesita en estos tres niveles de discusión, guía y experiencia. Desde luego nos habéis impulsado a asumir nuestra responsabilidad para que este mundo sea un mejor lugar para vivir, especialmente para las generaciones futuras,” dijo el P. Mascarenhas.
Citando al P. Karl Rahner, el P. Robert Athickal insistió en la necesidad de ser místicos en el siglo 21. “El misticismo consiste en transcender desde lo temporal hasta lo eterno, desde rituales prosaicos hasta la intimidad con el uno-que-es, con lo Divino,” dijo el P. Robert. Recordó como la tradición de los jesuitas está basada íntimamente en la experiencia mística de San Ignacio junto al rio Cardoner cuando el santo experimento la Unicidad de todo en Dios.
Llamada a la acción
El grupo sintió que solo una experiencia profunda, personal y spiritual de nuestra co-existencia en el Señor del universo con todos los eres podría llevarnos a una acción transformadora, en nuestro interior y fuera de nosotros.
“Necesitamos relacionarnos con la naturaleza de una forma diferente, disfrutar de la amistad con toda la creación y experimentar nuestra ‘familiaridad’ con todo – eso nos llevaría a una vida llena de gozo y gratitud; a una vida ecológicamente sana. Cuidar de la Tierra será efecto espontáneo de nuestro sentido interior de relación,” afirmó el Dr. Orla Hazra.
Si recapitulamos el progreso hecho por los participantes, que estaban en su mayoría en los cincuenta años de edad, el P. Lancy D’Cruz, del Colegio San Xavier, dijo: “Estamos en el proceso de convertirnos en un equipo de activistas medioambientales y de derechos humanos, pastoralistas, formadores e investigadores de ciencias de la vida a nivel nacional que pude promover una eco-espiritualidad holística para nuestros tiempos.”
El grupo sugirió que las comunidades religiosas deben procurar, entre otras cosas, estilos de vida eco-compatibles a través de prácticas como el uso de cocinas de biomasa, plantar árboles, ahorrar electricidad, usar fuentes alternativas de energía y organizar celebraciones litúrgicas apropiadas sobre estas cuestiones.