
La Comisión Europea está en plenas negociaciones para elaborar el presupuesto del periodo 2014-2020. Una de las propuestas más interesantes es la de dedicar un 20% de los 100 mil millones de euros del presupuesto a acciones relacionadas con el el cambio climático. Detrás de este reto está la conocida Comisaría del Cambio Climático Connie Hedegaard. Lógicamente ella ha contado con el apoyo decidido del Presidente de la Comisión José Manuel Barroso en el complicado proceso de negociación con sus colegas Comisarios de cara a conseguir una parte tan importante del presupuesto.
Esta propuesta quiere poner el presupuesto de la UE al servicio de la llamada “Estrategia 2020” de la UE que es un plan diseñado para promover la prosperidad de la UE y garantizar su competitividad en un contexto globalizado como el actual. Esta estrategia incluye los objetivos que la UE se impuso a si misma para combatir el cambio climático que es la famosa expresión 20-20-20 (reducción de emisiones, abastecimiento por energías renovables y eficiencia energética, todo ello mejorado en un 20% o esa cifra como objetivo a alcanzar). Todo este esfuerzo está enmarcado en una perspectiva mayor que es la estrategia (Road Map) para lograr una economía baja en carbono para el 2050.
Actualmente no hay una cifra definida de cuanto dedica la UE a combatir el cambio climático pero una estimación situaría este esfuerzo en el 5% del presupuesto actual. Esto puede dar una idea del cambio propuesto. Es cierto que no todas las iniciativas que se proponen van a ser totalmente nuevas, de hecho muchas acciones aparecerán bajo las rubricas presupuestarias de los fondos de cohesión o la Política Agrícola Común, Pérez éticamente será posible identificarlos como parte componente del esfuerzo por luchar contra el cambio climático
Un aspecto muy importante de esta propuesta de presupuesto es el papel que debe jugar el fondo llamado “Connecting Europe Facility” (Fondo para conectar Europa). Este fondo está destinado a desarrollar estructuras transfronterizas que garantizarán un flujo continuado de energía en Europa cuando las notables se conviertan en una importante fuente energética (20%), dada su inestabilidad debido a condiciones atmosféricas las nuevas infraestructuras quieren garantizar un suministro continuado, sin alteraciones.
Se espera que la iniciativa publica y la privada se unan para conseguir los fondos necesarios teniendo en cuenta que se trata de inversiones enormes en infraestructuras. La propuesta de 50 mil millones incluye 9 mil millones destinados a estas infraestructuras transfronterizas, 31,7 mil millones destinados a infraestructuras de transporte y 9,2 mil millones para infraestructura de telecomunicaciones. Se trata de un gran esfuerzo presupuestario para promover la sostenibilidad.

Una cuestión importante que se tiene que clarificar es qué parte del presupuesto se va a destinar realmente a la reducción de emisiones de carbono, algunos analistas temen que las inversiones se orienten a desarrollar grandes conducciones de gas en lugar de aumentar la capacidad de las redes de alta tensión para incorporar las energías renovables y proyectos de redes inteligentes que garanticen los flujos.
Una buen señal es que la nueva regulación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional exigirá, a los países más ricos una co-financiación del 20% para los proyectos de energías renovables mientras que a países más pobres se les pedirá un aporte del 6% para co-financiar estos proyectos. Este es un buen mensaje para los países de Europa central y oriental para estimular la modernización de sus infraestructuras energéticas y además para que lo hagan buscando una reducción de sus emisiones de carbono.
La tecnología es uno de los pilares fundamentales para economías bajas en carbono. Uno de los objetivos de la Estrategia 2020 es que el gasto en Investigación y Desarrollo alcance dl 3% del PIB de la Unión. Es un ambicioso objetivo que quiere salvaguardar la competitividad de la Unión y los estilos de vida. La Estrategia en Tecnología Energética, o Plan SET, será la responsable de promover la investigación en energías limpias, acciones relacionadas con el cambio climático, el desarrollo y la implementación de tecnologías bajas en carbono y tecnologías apropiadas. El nuevo presupuesto prende conseguir 6,5 mil millones de euros para la Investigación y el Desarrollo de energías no nucleares.
El presupuesto está en fase de discusión hasta que se haga una propuesta definitiva a finales de 2012. Sin lugar a dudas la propuesta sufrirá alteraciones, los estados miembros trataran de reducir el total del presupuesto e intentarán evitar aquellas medidas que supongan alguna restricción a su propia actividad económica por eso hay que reconocer el valor de la Comisión que intenta buscar la coherencia entre las estrategias que se han ido definiendo estos años -y que quieren responder a dificultades concretas- y los medios necesarios para afrontarlas. La coherencia es algo fundamental en política, y el presupuesto financiero es un buen instrumento para demostrarlo.