
Sanar la Tierra (Healing Earth en ingles), un libro de texto en línea de acceso libre en ciencias ambientales, ética, espiritualidad y acción para estudiantes de secundaria de nivel superior, estudiantes universitarios y principiantes, y estudiantes adultos, recibió el Premio de Razón Abierta del Vaticano el 27 de septiembre, un galardón que celebra y promueve “innovaciones académicas … para ampliar los horizontes de la razón.”
El profesor de Teología Michael Schuck y la decana Nancy Tuchman del Institute of Environmental Sustainability-Loyola University Chicago, quienes codirigieron Sanar la Tierra y pasaron cinco años desarrollando el proyecto, recibieron el premio en el Vaticano con otros cuatro galardonados y tuvieron la oportunidad de conocer al Papa Francisco muy cerca de la Plaza de San Pedro, a pocos metros mientras daba su mensaje semanal.
Para ellos, la encíclica del Papa Francisco Laudato Si’ llegó en un momento crucial en el desarrollo de Sanar la Tierra, y donde habló incisivamente sobre la crisis ambiental de nuestro mundo, llamándonos a todos a convertirnos en personas compasivas para el planeta.
“Él habló de esperanza. Este Papa es mi héroe,” comenta Tuchman. “No solo es un líder mundial ético de oro sólido, sino que también es consciente de la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente. Laudato Si’ fue muy importante para Sanar la Tierra. Es una buena conexión e inspiración para este proyecto.”
El Premio de la Razón Abierta, otorgado a través de una asociación entre la Fundación Vaticana-Joseph Ratzinger/Benedicto XVI y la Universidad Francisco de Vitoria en España, ofrece la oportunidad de conocer al Papa, participar en una conferencia de premios de dos días y 25,000 euros honorarios. El premio encarna la ecología integral y el enfoque interdisciplinario que el Papa Francisco discute en su encíclica y que el Papa Benedicto XVI defiende a través de este premio.
Para los presentadores de los premios, ‘Razón Abierta’ es un esfuerzo por integrar múltiples formas de razonamiento en un solo tema, como reunir la ciencia y la teología en una discusión sobre sostenibilidad ambiental o economía y pensamiento social católico en una comprensión del espíritu empresarial. Este esfuerzo contrasta con la tendencia en la erudición contemporánea a permanecer aislada dentro de la propia área de especialización.
Durante su tiempo como Cardenal y luego Pontífice, el Papa Benedicto XVI trabajó para alentar a los académicos a expandir su imaginación y sus compañeros de conversación. “El Papa Benedicto XVI estaba convencido de que lo que definimos como razón en el mundo occidental es demasiado limitado,” dice Schuck. “Alentó la creación de una Fundación del Vaticano para llevar las humanidades y la ciencia a una conversación, para abordar de manera más efectiva los complejos problemas del mundo de hoy.”
“Sabemos lo necesario que es educar a estudiantes como personas, como seres intelectualmente inquisitivos, en el desarrollo moral y espiritualmente agraciados. Esa es la marca registrada de una educación jesuita. Pero también sabemos que hay pocos recursos de enseñanza que puedan guiar la exploración de las dimensiones científicas, éticas y espirituales de los desafíos ambientales de hoy en día en un libro de texto,” dice Schuck.
Desde 2012, más de 100 académicos han contribuido con información o documentos escritos del texto en Sanar la Tierra. Estos académicos provienen de una variedad de disciplinas que incluyen ecología, teología, biología, física, química y filosofía. Hasta la fecha, el libro es utilizado por más de 85 maestros en una variedad de aulas en 19 países e incluye una traducción al español.
¿Qué sigue después de Sanar la Tierra? Tanto Tuchman como Schuck están de acuerdo en que el libro debe traducirse al francés y al polaco, y gran parte del dinero del premio se destinará a mejorar la plataforma tecnológica. Por eso, cuando llegó el momento de la bendición papal de los objetos, Tuchman levantó su teléfono celular. “Levanté Sanar la Tierra en mi teléfono con la esperanza de que la bendición del Papa adorne el futuro del proyecto Sanar la Tierra.”
Este artículo fue publicado originalmente en el sitio web del Institute of Environmental Sustainability-Loyola University Chicago.