¿Qué significa Río+20 para mi?

¿Qué significa Río+20 para mi?

Peter Henriot, SJ

Mientras escribo esta breve nota, estoy temblando de frío con este clima inesperado de principios de junio aquí en Lilongüe, Malawi.  ¡El invierno se supone que no llega hasta julio!  Y estoy recordando que las lluvias, tan importantes para nuestros cultivos de maíz, no comenzaron como de costumbre a finales de octubre del año pasado, sino que hubo que esperar hasta principios de diciembre.  Y entonces la lluvia “inesperada” se detuvo y comenzó de nuevo, en dos ocasiones, preocupando no sólo a los agricultores.

Sí, “inesperado y fuera de temporada” parece ser la mejor manera de describir nuestro clima en Malawi – y el clima de gran parte del sur de África en este tiempo.  Se dice que la causa es debida al “cambio climático,” y si esto sigue así, estaremos en problemas aún mayores.  ¿Qué significa esto para mí, jesuita originario de EE.UU. que ha vivido en Zambia y Malawi desde hace más de dos décadas?

He visto las consecuencias de ese “cambio climático” en los patrones climáticos erráticos que nos afectan a todos hoy día: los efectos devastadores de intensas lluvias, el cambio de los patrones de las precipitaciones, inundaciones, sequías y períodos prolongados de sequía.  En un país donde se produce más del 80% de los alimentos por los pequeños agricultores, tales patrones erráticos significan más hambre, más muertes infantiles y maternas, y más pobreza por todas partes.

Oigo a la gente preguntarse qué está pasando  ¿A qué se debe todo este cambio?  ¿Quién tiene la culpa?  ¿Qué podemos hacer para estabilizar la situación?  ¿Cómo podemos hacer algo diferente?

Me gustaría pensar que las personas que se reunirán en Río de Janeiro para la gran conferencia del “desarrollo sostenible” reflexionen sobre nuestra situación en Malawi, y adopten las medidas globales necesarias que marquen una diferencia con el pasado.  Pero yo sé también que tenemos que hacer algunas cosas aquí en Malawi para marcar sea diferencia.

Pues bien, de una manera modesta, los jesuitas tratamos de marcar una diferencia.  En una nueva escuela secundaria que estamos empezando en una zona rural pobre de este país (Kasungu), estamos haciendo hincapié en algunos de los conceptos “verdes” que deben ser puestos en práctica.  Vamos a tener una escuela e internado para 500 jóvenes que tratará de ser “sostenible” para que sea más que el tema de una gran conferencia.

En la construcción, vamos a usar ladrillos de barro sin cocer al horno que tendrían el coste de quemar nuestros preciados árboles.  En el mantenimiento, se prestará especial atención al uso del agua y (si encontramos los fondos) trataremos de introducir energía solar.  El plan de estudios, que se enseñará incluirá conciencia medioambiental, no sólo en las clases de ciencias, sino de una manera transversal en todas las asignaturas.  En la formación del personal docente, se requerirán servicios que impliquen actividades relacionadas con los retos ecológicos locales (por ejemplo, en la agricultura).  Y en el estilo de vida y la espiritualidad, vamos a tratar de poner en práctica algunas de esas recomendaciones que acompañan al reciente documento de la Compañía “Sanar un mundo herido.”

Rezo porque algo bueno y “sostenible” salga de la conferencia de Río+20.  Pero también rezo para que nosotros podamos hacer lo que consideremos oportuno aquí en nuestra tierra y esto es ciertamente un reto imprevisto e inesperado por la sociedad.

 

 

 

Peter Henriot, SJ. Foto de: scarboromissions.ca

 

 

Peter Henriot, SJ dirigió el Centro de la Compañía para la reflexión Teológica en Zambia entre 1990 y 2010, y ahora es el Directo del Departamento de Desarrollo del colegio de secundarias Loyola de la en Malawi. Peter puede alcanzarse a través de su correo electrónico: phenriot(at)jesuits.org.zm.

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