Sostenibilidad y participación

Sostenibilidad y participación

Comunidades montañosas en Viet Nam discutir sobre la tierra y planes de gestión del agua. Foto de: Pedro Walpole

T.P.

Como resultado de vivos e intensos debates sobre las concepciones modernas de gobernabilidad, la participación activa del público en la toma de decisiones ha adquirido un papel cada vez más central en los programas ambientales y de sostenibilidad.  El análisis político ha demostrado, que los procesos participativos no sólo poseen un valor intrínseco en cuanto a la emancipación cívica, sino también sirven para reforzar la legitimidad de las decisiones políticas explícitamente reconocidas, y por lo tanto mejorar la eficacia de su aplicación (Newig/Fritsch 2008)1.  En consecuencia, el Plan de Acción de Naciones Unidas Agenda 21 para el desarrollo sostenible hace hincapié en la necesidad de “el compromiso y la participación genuina de todos los grupos sociales” (Agenda 21, 23.1).

El punto de partida de éstos y de llamamientos similares para la participación pública se basan en una confianza general en la capacidad humana para la autodeterminación y la responsabilidad personal.  La participación se basa en la idea de la dignidad humana.  El objetivo de la sostenibilidad por lo tanto, se logrará más facilmente no sólo por los esfuerzos por la justicia intergeneracional y global, sino también por el compromiso con la justicia procesal y participativa.

El aspecto participativo de la sosenibilidad ofrece también un desafío a la participación en la comunidad cristiana.  El Compendio de Doctrina Social de la Iglesia (2005) considera que la participación es “una de las mayores aspiraciones del ciudadano,” “un deber que todos han de cumplir conscientemente en modo responsable y con vistas al bien común” (189 f).  De hecho, muchas organizaciones de la Iglesia y las conferencias episcopales de muchos han sido involucrados en procesos de participación: mesas redondas, procesos de mediación en temas ambientales, etc.

Una cuestión central sin embargo sigue siendo: ¿hasta dónde la Iglesia está dispuesta no sólo a proclamar la participación externa, sino también para aplicarla en sus propias estructuras y procedimientos.  La tensión entre las propuestas hacia el exterior impregnadas de “doctrina social” y su aplicación reflexiva es a menudo sorprendente si pensamos en las exigencias de democratización y la introducción de las oportunidades de participación para todos los miembros.  Con respecto a este principio de participación se la credibilidad de la Iglesia requiere no sólo de su proclamación, sino en su propio testimonio

Como el Cardenal Lehmann explicó, en su discurso de apertura2 de la Conferencia Episcopal Alemana en 1994, los elementos participativos de la sostenibilidad requieren de la Iglesia, “un estilo abierto de tratar unos con otros […], que están libre de cualquier miedo y que proporciona a todo el mundo – como parte de la comunión – la posibilidad de tener una palabra que decir.  […] Communio es un espacio de diálogo en la Iglesia, de modo que diferentes roles también pueden ser representados.”

La eficacia y la credibilidad de la Iglesia como actor en la política de medio ambiente depende esencialmente de su cultura participativa – interna y externamente.  Una contribución a la iglesia al discurso del medio ambiente sólo será exitosa si las consideraciones sociales y éticas se ven venir no sólo de la “jerarquía” sino también de parte de la comunidad de los cristianos.  Si la Iglesia quiere desarrollar soluciones de cooperación con la sociedad en general, también debe crear las condiciones – en el interior de la Iglesia – para un diálogo sincero, honesto y participativo, en términos generales.

1 La copia pdf de “Environmental Governance: Participatory, Multi-level – and Effective” por Jens Newig and Oliver Fritsch puede descargarse gratuitamente en Wiley Online Library.

2 La copia pdf de “Vom Dialog als Form der Kommunikation und Wahrheitsfindung in der Kirche heute, Eröffnungsreferat von Bischof Karl Lehmann bei der Herbstvollversammlung der Deutschen Bischofskonferenz in Fulda, 19 September 1994” puede descargarse gratuitamente en Deutsche Bischofskonferenz.

El autor es miembro del equipo del Centro Social Europeo de los Jesuitas (JESC) en Bruselas, Belgica.

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