
Pedro Walpole, SJ La costa de Tacloban es un mar de restos flotantes: maderas de diversos tamaños, contrachapados, espuma, las puertas de refrigeradores, cajas, archivadores, respaldos de sillas, y mesas de despacho. Se puede caminar durante horas, viendo a la gente moviéndose con precaución en este reguero de escombros. En la orilla se pueden...
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