Teología y Ecología: Reflexiones sobre las XVI Jornadas de Teología

Teología y Ecología: Reflexiones sobre las XVI Jornadas de Teología

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Luis Delgado del Valle SJ

Las XVI Jornadas de Teología cobran una relevancia especial al tratar el tema de la Ecología por el momento histórico en que nos encontramos.

Tres hitos definen dicho momento. Una semana antes, tuvo lugar la intervención del presidente de Brasil, Jair Messias Bolsonaro, ante la Asamblea General de Naciones Unidas en la que habló de la Amazonia en su crisis puntual de los incendios y otra (tristemente) más permanente en la que entran en juego “la amenaza a la vida biológica y la vida espiritual, es decir, una amenaza integral.”(Instrumentum laboris del Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la regíon Panamazónica, Parte I, Capítulo I, 17)

Pocos días antes de las Jornadas, tuvo lugar la intervención en la cumbre sobre acción climática de la ONU de Greta Thunberg, activista que por su juventud se ha convertido en ícono global en la lucha contra el cambio climático, y organizadora del movimiento de huelga climática escolar con el nombre de Viernes para el Futuro (Fridays for Future).

Esa misma semana comenzaría la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos sobre la región Panamazónica, para “identificar nuevos caminos para la evangelización de esa porción del Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, a menudo olvidados y sin la perspectiva de un futuro sereno, también a causa de la crisis de la selva amazónica, pulmón de vital importancia para nuestro planeta.” (Papa Francisco, Ángelus, 15 de octubre de 2017)

Además, existe una previsión de crisis económica (en las que normalmente los ricos se hacen más ricos, y los pobres más pobres) para el próximo año. La encíclica Laudato Si’(LS), que ha estado de trasfondo a lo largo de las jornadas, recuerda que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental.” (LS 139)

2020_01_31_Reflection_Photo2En esa línea, durante las jornadas se recordó cómo la progresiva mercantilización de los recursos se ha instalado como cultura dominante. (D. Carlos Osoro Sierra et al, Conferencia de Clausura: La Iglesia del presente y del futuro con Laudato Si’, XVI Jornadas de Teología, Teología y ecología, 2/10/2019) La madera es mercancía, la tierra es mercancía, el agua es mercancía, el aire es mercancía. Esta dinámica que entiende la naturaleza como algo de lo que aprovecharse en la medida en que puede reportar beneficio económico, termina por incluir también a las personas.

El concepto que se emplea para denominar ese comportamiento es homo œconomicus, y se caracteriza porque el individuo responde ante estímulos económicos de modo que maximice el utilitarismo y el propio beneficio. Llevado al extremo, la ambición por la eficiencia lleva al homo œconomicusa sacrificarse a sí mismo, entrando en una espiral de egoísmo y auto explotación. (Prof.ª Dra. D.ª Carmen Valor Martínez y Prof.ª Dra. D.ª Amparo Merino de Diego, Mesa Redonda: Consumo, valores y trascendencia, XVI Jornadas de Teología, Teología y ecología 1/10/2019)

Para ayudar a que las personas no se dejen vencer por esas dinámicas, se apuntó a la educación (D. Carlos Osoro Sierra et al, Conferencia de Clausura: La Iglesia del presente y del futuro con Laudato Si’, 2/10/2019como camino para conformar un estilo de vida sensible a la crisis que afrontamos. A la vez, se advierte el peligro de que dicha educación se implemente de manera insuficiente y se limite a informar, en lugar de formar sujetos capaces de integrar de tal modo esa sensibilidad que ejerzan unos hábitos sostenibles.

Motivos de esperanza en la educación y el ecumenismo

Tal y como muestra el estudio presentado durante las jornadas (Prof.ª Dra. D.ª Carmen Valor Martínez y Prof.ª Dra. D.ª Amparo Merino de Diego, Mesa Redonda: Consumo, valores y trascendencia, 1/10/2019), esa formación de los sujetos ya se está llevando a cabo en nuestra sociedad. Y se identifica un perfil de consumidores más sostenibles.

Estas personas cuentan en su educación con un bagaje religiosos. Aunque actualmente no ejerzan una práctica religiosa, en general vienen de familias cristianas, en donde se les ha inculcado el sentido de responsabilidad y trascendencia. Pueden haber pertenecido a grupos parroquiales o scout. Reconocen su papel en la sociedad civil, y se sienten comprometidos, cercanos a ONG. Entre los rasgos con los que se autodescriben se encuentran el descentramiento, la sociabilidad, la apertura a nuevas experiencias, y la identidad moral (se describen con valores como honestidad, justicia y paz).

También la ecología ha sido punto de encuentro en el Movimiento Ecuménico. (Prof. Dra. Dª. Carmen Márquez Beunza, La cuestión medioambiental en el diálogo interreligioso y ecuménico, XVI Jornadas de Teología, Teología y ecología 1/10/2019) Desde la filosofía de hacer juntos lo que la conciencia no nos obligue a hacer por separado, se ha ido formulando su común preocupación, y en la II Asamblea Ecuménica Europea se identificaba la responsabilidad ecológica, en especial en relación a las generaciones futuras, como un tema de interés común para las iglesias.

Concretamente, la sensibilidad mostrada a este respecto por el Patriarca de Constantinopla Bartolomé, citado en varias ocasiones en Laudato Si’, le ha hecho ganar el apodo de Patriarca Verde. (Prof. Dra. Dª. Carmen Márquez Beunza, La cuestión medioambiental en el diálogo interreligioso y ecuménico, 1/10/2019)

Naturaleza asumida por Jesús

Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. Eso es perfectamente compatible con la dinámica de muerte y vida que se da en la propia Creación. Incluso las células de nuestro cuerpo están continuamente muriendo y reemplazándose.

Cada célula del cuerpo humano, imperceptible a los ojos, contiene más de 1000 millones de átomos, un número realmente inabarcable. Al contener nuestro cuerpo tantos átomos y teniendo en cuenta que cada 7 años de promedio cambiamos todos los átomos de nuestro cuerpo (Prof. Dr. P. Jaime Tatay Nieto SJ, Desafíos ambientales para la teología y la espiritualidad, XVI Jornadas de Teología, Teología y ecología, 1/10/2019), podemos decir que cada siglo los átomos se han redistribuido lo suficiente como para que 1000 millones pertenezcan se hayan dispersado por la Creación e incluso se encuentren en otra persona.

Estadísticamente hablando, podemos decir que 1000 millones de los átomos que estuvieron en el cuerpo de Jesús de Nazaret se encuentran ahora en el lector de esta reflexión. El número puede ser anecdótico o inexacto, pero sí es interesante caer en la cuenta de estas consecuencias que también tiene la encarnación en la fragilidad y debilidad de la naturaleza humana. No pensamos en ello, y desde luego no es lo más importante, pero también desde esta perspectiva es Dios con nosotros.

Actitud consecuente: tecnología sin tecnocracia

Para el creyente, esta conciencia debe impregnar toda la vida, y supone una conversión a distintos niveles. (C. Ballesteros, F.A. Revilla, Propuestas de conversión ecológica: en la comunidad local y en la ciudad) Se presentaron casos de iniciativas en nuestro entorno que ayudan a concretar una sensibilidad ecológica integral, de modo que se busque la sostenibilidad tanto en su perspectiva social, atendiendo a quienes vienen descartados (mayores, niños, migrantes,…), como en la ambiental, con nuevos hábitos (consumo local, gestión energética,…).

Esto supone una serie de retos que no es imaginable afrontar sin un enfoque científico y de aplicación tecnológica. Se corre el riesgo de incidir en el paradigma tecnocrático que está confundiendo medios con fines. Este planteamiento nos desvela que la tecnología por sí sola no es solución. (Prof. Dr. D. Pedro Fernández Castelao, La cuestión medioambiental en la antropología teológica, XVI Jornadas de Teología, Teología y ecología 2/10/2019)

La anécdota de los átomos puede ayudar a algunos, en cualquier caso, todos deberíamos vivir con devoción el misterio de Dios que se trenza con la materialidad de la Creación de modo que ya nunca más podrá ser vista como mercancía. Toda creación manifiesta de algún modo a su creador, y también esa perspectiva nos hace salir de nosotros mismos, intuyendo la íntima conexión que hay entre Dios y todos los seres, y especialmente con los seres humanos. Esta es una llamada a entender el mundo como altar (D. Carlos Osoro Sierra et al, Conferencia de Clausura: La Iglesia del presente y del futuro con Laudato Si’, 2/10/2019), en el que todas nuestras relaciones estén marcadas por un respeto reverente.

2020_01_31_Reflection_Photo3Luis Delgado del Valle SJ es de Sevilla, España y se unió a la Compañía de Jesús en 2013 después de algunos años trabajando como ingeniero de I + D en una compañía multinacional. Estudió filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma. Vuelve a España para continuar su formación como jesuita.

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