Unión de acción por el clima para el hogar común: Declaración del Ecojesuit en Bonn COP23

Unión de acción por el clima para el hogar común: Declaración del Ecojesuit en Bonn COP23

El equipo de Ecojesuit en Bonn, noviembre de 2017, aprendiendo del proceso global de la COP23.
El equipo de Ecojesuit en Bonn, noviembre de 2017, aprendiendo del proceso global de la COP23.

Ecojesuit, una red sobre ecología de jesuitas y colaboradores de todo el mundo, se unió a otras organizaciones en la COP23 para aprender del proceso global que trata de responder a los desafíos del cambio climático y su impacto en la gente y el planeta, compartiendo experiencias, comunicando las preocupaciones urgentes de lo local a lo global, y promoviendo una mayor colaboración.

La COP23 colocó a los pequeños estados insulares en desarrollo (SIDS en inglés) en el mapa mundial, dado que algunas de estas islas están desapareciendo, incrementando la vulnerabilidad de su población y haciendo la transición hacia una economía de bajas emisiones una cuestión vital.  Reafirmamos la urgencia de poner en práctica y aumentar la contribución al Fondo Verde para el Clima, prestado la atención necesaria a los SIDS.  Las tragedias humanas a las que se enfrentan los habitantes que pierden sus tierras y sus medios de subsistencia ya están ocurriendo.  Por ello, reafirmamos la necesidad de hacer frente al desafío más ambicioso de limitar el ascenso de las temperaturas a 1,5 grados centígrados.

Buscamos, por tanto, una acción y una comunicación más articuladas a través de una mejor colaboración para:

  1. Implementar programas y protocolos para la reducción del riesgo de desastres y apoyar a los SIDS y otras comunidades en todo el mundo que ya sufren inundaciones y sequías recurrentes como resultado del cambio climático
  2. Pasar de los combustibles fósiles y las industrias extractivas destructivas que degradan tanto el medio ambiente como los derechos humanos, cuyos efectos a menudo son soportados por los pueblos indígenas y los marginados, cada vez más criminalizados por defender los derechos humanos. Esta apuesta incluye esfuerzos de desinversión, así como evitar el retorno a la energía nuclear.
  3. Iniciar y buscar una mayor producción agroecológica de alimentos, contribuyendo a una gestión más comunitaria de los bosques, cuencas hidrográficas y recursos marinos, reduciendo los desechos y asegurando la protección de los biomas naturales adecuados para que la agricultura y otros usos de la tierra puedan ser equilibrados, evitando el colapso de los ecosistemas
  4. Involucrar a las comunidades, organizaciones religiosas y grupos religiosos en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y, de esta manera, aprender a simplificar los estilos de vida y las necesidades personales. La importancia de la reflexión personal, tal como el uso orante de un examen ecológico, ayuda a sostener la acción y a construir el diálogo y la colaboración entre parroquias e instituciones eclesiales.
  5. Promover una educación que asegure un aprendizaje y participación integral y capaz de formar una nueva generación con esperanza y responsabilidad para crear un mundo mejor. El desarrollo de productos de conocimiento como el libro digital Sanar la Tierra, Carbon Challenge, Flights for Forests y los resultados estratégicos de conferencias regionales de jesuitas y talleres ambientales son, todos ellos, recursos que necesitan ser integrados en un modelo educativo para el cambio.

Al vivir Laudato Si’, las instituciones y obras sociales, educativas y pastorales están llamadas a reflejar un testimonio decisivo y un compromiso con el grito del pueblo y el grito de la tierra.  Reflexionando sobre el estado del mundo, necesitamos discernir más profundamente nuestras prioridades y nuestro compromiso para una participación colectiva más enfocada a través de una Iglesia que cuida la Creación.  El Papa Francisco nos recuerda que “la crisis ecológica es también una llamada a la conversión interior profunda … y que Jesús vivió en plena armonía con la creación…”  De este modo, nos llama en la Iglesia a acompañar a las comunidades de un modo justo y práctico, a compartir una brújula moral y a engendrar una mayor esperanza.

El Equipo Ecojesuit en Bonn

17 de noviembre de 2017

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